(Un día cualquiera en el abecedario se encontraron la letra B y la letra V).
Letra B: (Curioseando). Hola V, ¿qué estás haciendo?
Letra V: Hola B estoy desayunando, ¿tú has desayunado ya?
Letra B: ( Hambrienta). No, todavía no, como me he levantado tan tarde.
Letra V: (Animándola). Pues ven y desayuna conmigo.
Letra B: (Con ganas de ir). No, no puedo.
Letra V: (Extrañada). ¿Y por qué no puedes sentarte conmigo a desayunar?
Letra B: Pues no puedo porque mi madre me ha mandado a comprar unas cosas.
Letra V: (Decidida). Vale, pero cuando vuelvas de comprar te sientas a desayunar
conmigo.
Letra B: (Feliz de tener amigos como ella) Está bien, pero tardaré un rato.
Letra V: No importa te esperaré.
(Un tiempo después la letra B volvió).
Letra B: (Agotada por el cansancio). Hola V ya estoy aquí.
Letra V: Me alegro, ahora ya puedes desayunar.
Letra B: Mmm... ¡que rico!
Letra V: Ya lo sé, es que mi madre prepara los desayunos como nadie.
Letra B: Tienes razón está buenísimo.
Letra V: Mi mamá la W es de las mejores madres del mundo.
Letra B: Bueno adiós, ¡hasta mañana!
Letra V: Adiós B.
lunes, 15 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario