miércoles, 24 de marzo de 2010

EL MECHERO MÁGICO

Érase una vez en un reino un rey que tenía una hija que quería casarse. Un día un soldado de la guardia real, cuando volvía a su casa de trabajar encontró un mechero, al soldado le picó la curiosidad y lo encendió, al encenderlo una gran nube salió del mechero y a los pocos segundos se pudo visualizar un perro enorme de carne y hueso. El soldado se sobresaltó pero se sobresaltó aún más cuando el perro le habló. Sí, le habló y le dijo que era un genio y que por haberle liberado le concedía un deseo, el único inconveniente era que ese deseo debía ser algo que un perro pudiera hacer, es decir, ni dinero ni cosas como esa.

Al cabo de un rato al soldado se le ocurrió un deseo que fue que raptara a la princesa. El perro obedeció y al rato apareció con la princesa entre sus enormes fauces. La princesa venía desmayada del susto y la guardia real y el rey venían detrás. El perro dejó a la princesa en los brazos del soldado y desapareció.

Cuando llegaron la guardia y el rey y vieron a la princesa en brazos del soldado y ni rastro del perro pensaron que la había salvado, y como obsequio por eso el rey le ofreció la mano de su hija. El soldado acepto y vivieron muy felices en su reino.

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